Estamos a pocos días de las celebraciones de fin de año (navidad y año nuevo) como así también de las vacaciones de verano (al menos en esta parte del mundo donde vivo), y hay varios gastos que se vienen al momento de querer hacer regalos, preparar comidas especiales y/o reservar lugares para pasar unos días idealmente de descanso y goce. Por lo mismo, aparece como algo relevante el VALOR que tiene lo que quiero (más que lo que necesito), y es de eso de lo que voy a reflexionar en este blog semanal (luego quedarán los últimos 2 de este 2024), donde todo parece que cuesta cada vez más y a su vez nos costaría mucho elegir bien.
Durante la vida vamos tomando decisiones respecto a muchas cosas, y mientras más años tenemos, pareciera que se pone cada vez más difícil elegir. Sin embargo, la experiencia nos va mostrando lo que nos gusta, lo que necesitamos y lo que nos hace bien, por lo que debiésemos justamente ir soltando expectativas para acercarnos a la realidad y con ella convivir de la mejor manera posible. Dicho de otra manera, cuando ya nos vamos conociendo, como así también a otros, vamos encontrándole un sentido a la vida y a las cosas que podríamos perfectamente explicar por el precio que para nosotros tienen, y que va mucho más allá de lo económico... es algo emocional, que nos mueve, nos afecta, nos importa y nos lleva a priorizar unas por otras (personas, situaciones, etc.). Si bien solemos elegir lo más barato y rápido (como lo escuchaba hace unos días en una charla TED que se hizo aquí en Frutillar, Chile), es indispensable aprender a elegir bien lo que voy a tener, y aunque el dicho dice: "lo barato cuesta caro", a veces sólo compramos lo que podemos.
En definitiva y en la medida de lo posible, lo más valioso que tendríamos es el tiempo y a nosotros mismos, y luego le seguirían muy de cerca las relaciones interpersonales (pareja, familia y amistades). Mi sugerencia es ir a poner el foco en lo verdaderamente importante/valioso para cada cual, lo que realmente nos da felicidad y paz si nuestra inversión es la correcta. ¡Se puede!
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We are just a few days away from the end-of-year celebrations (Christmas and New Year) as well as the summer holidays (at least in this part of the world where I live), and there are several expenses that come up when you want to give gifts, prepare special meals and/or reserve places to spend a few days ideally of rest and enjoyment. For this reason, the VALUE of what I want (more than what I need) appears to be relevant, and that is what I am going to reflect on in this weekly blog (then there will be the last 2 of this 2024), where everything seems to cost more and more and at the same time it would be very difficult for us to choose well.
During life we make decisions about many things, and the older we are, it seems that it becomes increasingly difficult to choose. However, experience shows us what we like, what we need and what is good for us, so we should just let go of expectations to get closer to reality and live with it in the best possible way. In other words, when we get to know ourselves, as well as others, we start to find a meaning to life and to things that we could perfectly explain by the price they have for us, and that goes far beyond the economic... it is something emotional, that moves us, affects us, matters to us and leads us to prioritize some over others (people, situations, etc.). Although we tend to choose what is cheapest and quickest (as I heard a few days ago in a TED talk that was held here in Frutillar, Chile), it is essential to learn to choose well what I am going to have, and although the saying goes: "cheap is expensive", sometimes we only buy what we can.
Ultimately and as far as possible, the most valuable thing we would have is time and ourselves, followed closely by interpersonal relationships (partner, family and friends). My suggestion is to focus on what is truly important/valuable for each one, what really gives us happiness and peace if our investment is correct. You can!
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